Especialistas en Ortodoncia en Gijón. Dientes de leche y ortodoncia: ¿Cómo evitarla?
Es muy normal pensar que, como los dientes de leche no son definitivos, podemos descuidar algo el cuidado de los mismos. Esto no es así, ya que tenemos que tener en cuenta tanto las posibles molestias que una caries puede provocar en un niño como el hecho de que estos dientes de leche son los que van a generar el espacio para los dientes definitivos.
Los dientes de leche
Los dientes de leche son 20, y se podría decir que las 10 piezas de la parte superior e inferior de la boca se reparten en 4 cuadrantes de 5 piezas cada uno. Cada cuadrante consta de un incisivo central, uno lateral, un canino, el primer molar y un segundo molar. Un total de 8 incisivos, 4 caninos y 8 molares.
Por lo general, los incisivos inferiores suelen ser los que salen antes, para que seguidamente salgan los superiores. Los primeros molares pasan después, a continuación de los caninos. Por último están los segundos molares. En torno a los dos años y medio o tres años, un niño normalmente ya tendría todos los dientes de leche en la boca.
La caída de los dientes de leche
Los dientes de leche comienzan a caer en torno a los 5 o 6 años de edad, y su caída suele seguir el orden de salida de los mismos. Los incisivos y primeros molares aparecen en torno a los 6 o 7 años, y los colmillos lo hacen sobre los 11 o 12. Así, hacia esta edad ya habrán caído todos los dientes de leche. Entre los 12 y 13 años, la estructura de la boca contará con 7 dientes por cuadrante.
Habitualmente, un diente de leche se mueve porque su raíz se ha reabsorbido por la presión del diente permanente que va a salir en su misma posición.
Unos dientes no saludables o una mala alineación de los dientes pueden afectar directamente la salud bucodental y también al propio organismo del niño. Esto ocurre también con los dientes de leche.
Consejos para prevenir futuras ortodoncias
Si se pierden algunos dientes de manera precoz, hay que mantener el espacio para que, en un futuro, el diente definitivo pueda salir de la manera más correcta posible. Las revisiones al dentista permitirán tener controlado el recambio dentario e incluso, prevenir futuras ortodoncias.
Empezar las revisiones dentales desde muy pequeño es vital para que el odontopediatra controle que el desarrollo bucodental de tus hijos es el adecuado. Así, se podrá prevenir cualquier problema que pueda perjudicar la dentición definitiva a tiempo.
Unos dientes no saludables o una mala alineación de los dientes pueden afectar directamente la salud de la boca y también al propio organismo del niño. Esto sucede también con los dientes de leche. Existe el riesgo de que los dientes definitivos enfermen si los dientes de leche no están sanos. Por esto, el cuidado dental es muy importante con cualquier dentición.
Hay que ayudar a los niños pequeños a limpiarse los dientes de manera correcta, favoreciendo su cuidado e inculcación del hábito de manera regular. Una buena idea es empezar nosotros y que sean ellos los que acaben el cepillado.
Intenta limpiarlos desde que empiezan a salir después de cada comida. Cuando son más pequeños usando un paño o gasa suave humedecida. Cuando son algo más mayores, hay que hacerlo con cepillos de dientes adaptados a ellos. Cuando se cumplan los dos años o cuando ya hayan erupcionado todos los dientes, se puede empezar a usar pasta dental con flúor en pequeñas cantidades.
La salud bucal infantil es vital
La salud bucodental de tu pequeño es imprescindible para su bienestar general actual y futuro. Por eso, cuenta con los mejores profesionales para garantizarlo. En Ortodoncia Buergo somos especialistas en Ortodoncia para niños en Gijón. Contacta con nosotros y asegura su sonrisa. ☎️ 985 14 61 40